La apisonadora Indian4 vence al tractor Viking0.6

El Atlético de Madrid- en esta entrada, apisonadora Indian4- aplicó toda su potencia sobre el Real Madrid en el encuentro disputado ayer en el Vicente Calderón correspondiente a la jornada 22 de la Liga BBVA, tras endosarle un 4-0 que asusta solo de oírlo, pero más aun al verlo.

La máquina manipulada por Simeone demostró su precisión en la definición, su velocidad de arranque y su carácter letal si osas acercarte a semejante maquinaria, que en las distancias cortas te sortea como si nada. Con unas ruedas y una sala de mandos perfectamente pilotada por Gabi y Tiago, la Indian4 no dio opción en ningún momento al tractor que supuso la Viking0.6, que en la medular fue dócil y altamente vulnerable a los indios. Perdiendo cada trozo de terreno a disputar, y sin ningún tipo de energía. Buena muestra de ello es que una de las piezas clave de la máquina blanca, Isco, no dio contacto con las otras y estuvo desactivada, e incluso hizo la función errónea de cortar en vez de alisar, aunque la superficie de maniobra no estuviera muy fina. Poco más se puede decir de Kroos y Khedira-esta última pieza está bastante desencajada en el aparato blanco, sobre todo en partidos que requieren bemoles-.

Si en la sala de conducción de la nave la diferencia fue abismal, que decir de las puntas de definición. Las de la Indian4 están más afiladas que las de la Fusion ProGlide, con Griezmann como elemento clave. Maniobra y define como ningún otro en estos momentos, y de cualquier forma. Le petit diable te la lía en menos que canta un gallo, como buen francés. También anduvo fina otra pieza de importación como Mandzukic, que sumó a su cualidad definitoria la de asistir. Los merengues apenas usaron estas piezas, cuyo engranaje estuvo más espeso y oxidado que el de un castillo medieval. Y para muestra un botón: 0 tiros a puerta de los tres de arriba-Bale, Benzema y Cristiano- así como de Jesé, la pieza de recambio. 2-0 en menos de veinte minutos. Parece que el portugués estuvo cumpliendo un partido más de sanción, porque no se le vio.

En defensa, la máquina colchonera apenas fue inquietada y la madridista apenas tuvo respiro y actuó de alfombra roja para los hombres del Manzanares. Ya la hubieran querido tener los invitados a los Goya de anoche.

En definitiva, poco más hay que decir para ver que el Real Madrid, aunque no fuera el día de el niño, fue una isla mínima en medio de un océano de distancia con los rojiblancos, que se quedan a cuatro puntos en la clasificación.